Ultimate freedom. An extremist.

Ultimate freedom. An extremist.

jueves, 26 de mayo de 2011

(...)



Millones de cabezas pensantes trabajando segundo a segundo.

Y son contables con los dedos de las manos (y quizás con unos pocos de los pies) las ideas maravillosas del ser humano.

martes, 10 de mayo de 2011

Lo que resta para respirar(te)




El tiempo corre en mi contra y yo solo hago trazos infinitos en el propio infinito.

El tiempo se aproxima, me miente, me acaricia.
El tiempo me va venciendo poco a poco como mariposas en la nieve.


Y yo, solo pedía la capacidad de plegarlo por un momento y guardarlo en el bolsillo de tus vaqueros.
(...)

Y así creerme que el mundo es tan bello y tan intenso como el simple y sencillo hecho de subir lijeramente las comisuras de los labios y suavemente dejar los destellos de luz aparecer en los ojos.

lunes, 25 de abril de 2011

Plan Z....

domingo, 20 de marzo de 2011

S_ _ _w_ _ _ _


I am desperately trying to find something.
My search in the black foam and the fog of my psyche.
I see no other way to that place/emotion/world, oh I don’t know.
I saw it in a dream recently. I knew instantly I would be there again.
I hope I am there again.
I need to find that place, to right the wrongs, it is the punishment that I need, perhaps?
I can feel a reality slipping away from me, with this drive replacing it, this quest.
Where my problems are worked out and my worries are confirmed and made corporeal, real worries walking and seeing, they are deformed and contorted ideas in the flesh (and in the fog), where in there/here even your taunts will leave me smiling.
I think I will get there, perhaps I will see some of you there...

martes, 15 de marzo de 2011

library cat

1

Ustedes verán. Este tejado es ¡tan grande! En toda la ciudad es posible que no haya un tejado tan grande y tan cómodo. Soleado. No hay apenas casas alrededor. A dos saltos de la calle.
¡Bien abastecido!
Me explico. Bajo el tejado hay dos almacenes. En ellos se amontonan los sacos de grano y patatas, las barricas de vino, las cajas de conservas, las hileras de embutidos. Todos los días hay allí unos cuantos tazones de leche.
¿Que por qué?
¡Los ratones! Dos docenas de gatos sobre el tejado tomando, el sol de día entre las tejas, o cobijados bajo los aleros de las luceras cuando llueve, bajamos silenciosamente por la noche. Por la noche vamos de caza. Y todas las noches, todas, hay un cadáver de un pequeño ladrón que se ha acercado al grano.
Los ratones huyen asustados de nosotros. Pero a la vez son incapaces de resistir el aroma de la comida. Comida en cantidades inmensas.
Entonces, vienen.
Y entonces... ¡los cazamos!
Los ratones. Pienso muchas veces en su mundo. Oscuro, subterráneo, de pequeños túneles, entradas y salidas. Viendo cómo aparecen una y otra vez, me da la impresión que su laberinto de pasajes es casi infinito. Llega bajo tierra mucho más allá de cualquier lugar hasta donde pueda ir un gato empleando toda su vida.
Hay veces que tengo gana entonces de sujetar por el cuello a uno de esos animales de hocico delgada y ojos inquietos y exprimirle todo lo que sabe.
— ¡Eh, tú, explícame de dónde has venido! Pon aquí tu pequeña patita y dibuja un mapa. Descríbeme la forma de los túneles, los cruces, los lugares de reposo.
Pero es sólo un pequeño pensamiento filosófico. Sé perfectamente cómo es el mundo de un ratón.
En realidad, ¿es tan diferente del de un gato?
Ciertamente el conocimiento es la prueba de fuego de un cazador.
Es un asunto opinable. Probablemente lo sea. Pero no hay comunicación posible entre ellos y nosotros. Vivimos en mundos diversos.
¡Oh, qué tontería! Por supuesto vivimos en el mismo mundo. Y sin embargo posiblemente usted, amado lector, habría aceptado con agrado esa frase pretenciosa, ese absurdo de los mundos diversos. No, no, no. No hay más que un mundo. Principio elemental del sentido común. ¿O es que lo ha perdido usted? ¡Recóbrelo, amigo, si desea continuar leyendo.
Es la prueba de fuego de un cazador. El conocimiento. Y su principal virtud: ¡El sentido común! Dejemos eso claro desde el principio.

(...)

domingo, 13 de febrero de 2011

Do not have any doubts. shoot me. But...destroy your Tell-Tale Heart


Destruyendo corazones.

Oceanos de horas perdidas. Pero, ¿Y qué? Ya está todo perdido. Me muevo alrededor de circulos imprecisos y no sé a dónde me llevarán. Ya forman parte de mí, pero no me hacen daño. Ya no grito.

'Tira y afloja', 'tira y afloja'. 'El cielo se abre bajo tus pies'.

Pero yo no lo veo. ¿Dondé está? Los cambios me están descolocando demasiado y a veces vienen retales a mi cabeza de las sonrisas que estaban conmigo horas antes. ¿Acaso eran producto de mi imaginación tramposa? Parecían tan reales... casi puedo tocarlas... Casi puedo respirarlas y olerlas. Estaban ahí, estaban ahí. ¿Acaso eran de verdad? Ahora parecen haber desaparecido. Nunca han estado ahí. Nunca han estado ahí. Es como cuando parece que somos libres. Como juega la mente con nosotros. Que daño nos hace. ¿Es ella, o sois voostros? ¿Es ella o sois vosotros?

Vamos a volvernos locos. Y que el tiempo pase sin pasar. Que se funda. Que no cuente conmigo. Inexistencia en cualquier parte. ¿Yo? yo, no soy yo...


madman...
who, like all of us, believed that he is sane.


'No moví ni un músculo. Podía sentir la tierra moviendose. Sus ojos. Oir la araña trepando. El sonido sordo de la putrefacción de la madera. minuciosamente todo está ahí.'


Respuestas, respuestas, respuestas....
Apunta. Dispara. (No dudes)

lunes, 3 de enero de 2011

Algo me aleja de tí,


mientras creo que volamos alto, con papeles secos.

Cristales empañados, y tu respiración entrecortada bajo las sábanas. Suave, suave, suave, donde flotamos dulcemente en la luz del atardecer.

Y me quedo, y respiras. Y disfruto. ¿Qué se supone que somos? Estamos aqui... pero a veces pienso que nos desacemos juntos y caemos por precipicios. Y entonces, me despierto y ya no estás. Y algo se me escapa. Tú, tú, tú.
Sigues respirando. Me pregunto que habrá en los rincones de tu mente, si compartimos la misma dulzura cuando pienso que un momento no se va a acabar nunca.

Me río.

Que ilogico pensarlo. Tú y yo. Que ilogico. Sabía que mi cabeza no funcionaba bien... Tengo que dejar de volar tan alto. ¡QUE ILOGICO!
Respira...
Nunca sale bien. Me estoy callendo otra vez. Tengo que dejar de volar tan alto. ¿Por qué me dejas caer? Al fin y al cabo, te deslizas entre mis dedos. Suave, suave, suave... como cuando nos desaciamos juntos.

Ya no sé qué es verdad. Se me escapa. Si se supone que hay linea en la realidad y los sueños, a mi... se me escapa, y me paseo por ella como si nada. Tengo que dejarlo, mi equilibro es demasiado bajo, y me caigo...
Me estoy callendo.




Se me escapa algo otra vez. Supón que por un momento, un solo minuto durante tu vida, tienes la posibilidad de destruir el universo. Te basta con apretar un botón. Y nadie te pedirá cuentas porque no habrá nadie que pueda perdirtelas. ¿Estás seguro de que no lo apretarias? Pues piensa que en este momento hay alguién que dispone de ese poder...



Suave, suave... ¿Suave?