No eligimos el momento, no elegimos el lugar, ni el tiempo, ni siquiera la manera... pero sentimos. Cambiamos de idea, de manera de ver, de pensar, de querer, de disfrutar e incluso de ser, cada momento que pasa. Quién sabe, somos así y como algunas cosas cambian, otras no. Somos hipócritas, celosos, nerviosos, ansiosos, maleducados, insoportables, destuctores, indiferentes, egocentricos, creidos, IMPREDECIBLES. Sin darnos cuenta pensamos más en nosotros mismos que en los demás. Hacemos daño a personas que queremos y con ello solo nos hacemos daño a nosotros mismos.
Decimos que aprendemos de nuestros herrores.
Mentira.
Los repetimos mil veces hasta que llegamos al final de pozo, hasta el final. Allí te das cuenta de que la jodiste, de que no vales para nada.
¿Por qué no te quieres? ¿Por qué no te dejas querer?
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